Vipera latasti

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La víbora hocicuda es el único representante de los vipéridos en nuestra Comunidad y pertenece al grupo de los solenoglifos, cuyo aparato inoculador de veneno es el más evolucionado y por lo tanto especializado. Se compone de dos colmillos tubulares eréctiles comunicados con la glándula productora de veneno, actuando al morder como verdaderas agujas hipodérmicas. En el momento de morder, los colmillos se desplazan hacia delante y una vez perforada la piel de la victima los músculos compresores de las glándulas se contraen e inyectan el veneno. En estado de reposo, los colmillos están plegados hacia atrás, ocultos entre la mucosa bucal superior y tras ellos se encuentran varios en diferente grado de desarrollo, prestos a sustiruir a los que se desprendan por accidente o uso.
 
La víbora hocicuda es el único representante de los vipéridos en nuestra Comunidad y pertenece al grupo de los solenoglifos, cuyo aparato inoculador de veneno es el más evolucionado y por lo tanto especializado. Se compone de dos colmillos tubulares eréctiles comunicados con la glándula productora de veneno, actuando al morder como verdaderas agujas hipodérmicas. En el momento de morder, los colmillos se desplazan hacia delante y una vez perforada la piel de la victima los músculos compresores de las glándulas se contraen e inyectan el veneno. En estado de reposo, los colmillos están plegados hacia atrás, ocultos entre la mucosa bucal superior y tras ellos se encuentran varios en diferente grado de desarrollo, prestos a sustiruir a los que se desprendan por accidente o uso.
 
A pesar de su potencial peligrosidad, se trata de una especie tímida y que intenta huir a la menor señal de peligro. Lo más coriente es que ni siquiera llegemos a percibirnos de su presencia, pues se habrá ocultado antes de que nos aproximemos a ella. Únicamente en el caso de sorprenderla o acorralarla morderá sin vacilar, siendo entonces conveniente buscar atención en un centro sanitario, lo más rápidamente posible.
 
A pesar de su potencial peligrosidad, se trata de una especie tímida y que intenta huir a la menor señal de peligro. Lo más coriente es que ni siquiera llegemos a percibirnos de su presencia, pues se habrá ocultado antes de que nos aproximemos a ella. Únicamente en el caso de sorprenderla o acorralarla morderá sin vacilar, siendo entonces conveniente buscar atención en un centro sanitario, lo más rápidamente posible.
En caso de mordedura por víbora conviene, en primer lugar, aplicar un torniquete por encima de la herida, aflojandolo y subiéndolo cada 10 ó 15 minutos. Es importante tranquilizar al paciente ya que, con la excitación, el veneno se difunde más rápidamente. Debe tenerse en cuente que la mordedura de una víbora no supone riesgo de peligro de muerte, por lo general, para personas normales, siendo realmente peligrosas para personas con defensas disminiudas ( ancianas, anémicas, con problemas cardivasculares, bajas de defensas, alérgicas a algún componente del veneno, niños, etc...).
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En caso de mordedura por víbora conviene, en primer lugar, aplicar un torniquete por encima de la herida, aflojandolo y subiéndolo cada 10 ó 15 minutos. Es importante tranquilizar al paciente ya que, con la excitación, el veneno se difunde más rápidamente. Debe tenerse en cuente que la mordedura de una víbora no supone riesgo de peligro de muerte, por lo general, para personas normales, siendo realmente peligrosas para personas con defensas disminiudas ( ancianas, anémicas, con problemas cardivasculares, bajas de defensas, alérgicas a algún componente del veneno, niños, etc...). En personas sanas, los síntomas no suelen pasar de hichazón, diarreas, malestar, palpitaciones, descenso de tensión, vómitos y cefaleas que suelen remitir al cabo de pocos días.
  
 
== REFERENCIAS ==
 
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* Guía de los anfibios y reptiles de la Comunidad Valenciana. Sociedad Herpetológica Valenciana, 1996.
 
* Guía de los anfibios y reptiles de la Comunidad Valenciana. Sociedad Herpetológica Valenciana, 1996.
En personas sanas, los síntomas no suelen pasar de hichazón, diarreas, malestar, palpitaciones, descenso de tensión, vómitos y cefaleas que suelen remitir al cabo de pocos días.
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Última revisión de 23:44 10 feb 2012

nombre = Víbora hocicuda
status = VU (Jose Antonio Mateo Miras, Marc Cheylan, M. Saïd Nouira, Ulrich Joger, Paulo Sá-Sousa, Valentin Pérez-Mellado, Iñigo Martínez-Solano 2008)
reino Animalia
filum = Chordata
subfilumlum = Vertebrata
clase = Sauropsida
subclase = Diapsida
orden = Squamata
suborden = Serpentes
familia = Viperidae
subfamilia = Viperinae
género = Vipera
especie = V. latastei
Nombre binomial = Vipera latastei Bosca, (1878)
sinónimos =
  • Vipera latasti - Boscá, 1878
  • Vipera latastei - Boscá, 1879
  • Vipera berus aspis var. latastei - Camerano, 1889 (nomen illegitimum)
  • Vipera latastii - Boulenger, 1896
  • Vipera latasti - Mertens, 1925
  • Latastea latastei - Reuss, 1929
  • Rhinaspis latastei nigricaudata - Reuss, 1933
  • V[ipera]. ammodytes latastei - Schwarz, 1935
  • Vipera latastei latastei - Saint-Girons, 1953
  • Vipera (Rhinaspis) latastei latastei - Obst, 1983

La víbora hocicuda o víbora de Lataste (Vipera latasti o Vipera latastei) es una especie de víbora presente en la Península Ibérica, el sur de Francia y el norte del Magreb. Puede alcanzar los 70 cm de longitud. Es la víbora más frecuente en la Península Ibérica, abarca todo el territorio a excepción del norte de Cantabria y los Pirineos. Es la que cuenta con el veneno menos tóxico de las tres presentes en España, y aunque su mordedura no es mortal, se precisa de asistencia sanitaria para un tratamiento adecuado, y si fuese realmente necesario, la aplicación de un suero antiofídico.

Contenido

SUBESPECIES

Cuenta con dos subespecies: Vipera latasti latasti o Vipera latastei latastei, (Boscá, 1878). Vipera latasti gaditana o Vipera latastei gaditana, (Saint Girons, 1977).

Vipera latasti latasti, Penyagolosa (Cs)

CARACTERÍSTICAS

Vibora de tamaño mediano, que suele medir entre 60 y 70 cm., aunque en ocasiones puede llegar a los 80 cm. de longitud. Posee una cabeza bien diferenciada del cuello, de aspecto claramente triangular y con el extremo del hocico claramente dirigido hacia arriba, a veces con una marcada prominencia semejante a un pequeño cuerno nasal. Las pupilas son verticales y esto la diferencia claramente del resto de serpientes de nuestra Comunidad, ya que únicamente la culebra decogulla tiene también las pupilas verticales, siendo ésta última mucho más estilizada y además muy escasa. La coloración dorsal puede variar desde el amarillento al marrón o pardo, existiendo ejemplares rojizos y negros. Por lo general presenta una banda de color oscuro bastante ancha en zig-zag (a veces ondulada) sobre el dorso.

Detalle de la librea

DIMORFISMO SEXUAL

El macho es normalmente mayor que la hembra, presentando un color gris pardo o ceniza conun marcado diseño de la banda dorsal que es muy oscura y contrastada. El diseño de las hembras es mucho menos patente. La cola de los machos es más larga que la de las hembras.

Detalle de la cabeza

BIOLOGÍA Y COSTUMBRES

Es de hábitos diurnos, gustando de solearse durante las primeras horas del dia. Permanece activa durante gran parte de la jornada, alternando su actividad con exposiciones al sol para termorregularse. Durante las horas más calurosas de los días de verano suele ocultarse.A veces se acerca a zonas poco profundas de los ríos y arroyos para beber y refrescarse cerca de la orilla, cruzando pequeñas corrientes sin problemas. Es básicamente terrestre, pudiendo en ocasiones trepar por arbustos o pequeños arboles. Esta especie es ovovípara, presentando dos períodos de celo: en abril y agosto. El número de crías puede variar entre 6 y 12 por lo general, siendo réplicas en miniatura de sus progenitores y estando dotadas de veneno para cazar. la hibernación comienza en octubre en las zonas más frías y suele durar hasta marzo, aunque es posible observar ejemplares tomando el sol ya en el mes de febrero. En las zonas más cálidas la hebernación es mucho más corta, incluso la interrumpen en los días soleados de invierno para tomar el sol durante las horas centrales del día.Pueden hibernar en solitario o formando grandes grupos de más de 15 individuos ("nidos de viboras")


HÁBITAT

Esta especie frecuenta zonas con abundante cobertura vegetal o rocosa, que les proporciona protección contra sus numerosos depredadores y refugio durante las calurosas horas centrales de los días veraniegos. Prefiere las áreas secas y montaraces, pedregales, muros de piedra, zarzales, encontrándose desde las mayores alturas de nuestra Comunidad hasta en llanuras arenosas al nivel del mar.

DISTRIBUCIÓN

En la Comunidad Valenciana se encuentra muy dispersa, no siendo frecuente en ninguna zona. Parece ser relativamente más abundante en las comarcas del interior. En la península Ibérica está presente en toda su geografia, exceptuando la cornisa Cantábrica y Los Pirineos.

ALIMENTACIÓN Y ENEMIGOS

Su alimentación básica la constituyen pequeños mamíferos y reptiles. Entre los primeros podemos destacar todo tipo de roedores adecuados por su tamaño y micromamíferos como las musararañas, también pueden capturar comadrejas. Entre los reptilesque son presas habituales de las víboras cabe citar las lagartijas y el lagarto ocelado. A su vez, forman parte de la dieta de numerosas rapaces: ratoneros, cernícalos, águila culebrera, etc..., así como de mamíferos como el jabalí, erizos, tejones y otros. Las serpientes también forman parte de sus predadores naturales, sobre todo, la culebra bastarda, la culebra de herradura, la culebra lisa y ocasionalmente otras.

OBSERVACIONES

La víbora de lataste está considerada como Especie Tutelada según el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre, DOGV núm. 2.431 de 19-01-1995. La víbora hocicuda es el único representante de los vipéridos en nuestra Comunidad y pertenece al grupo de los solenoglifos, cuyo aparato inoculador de veneno es el más evolucionado y por lo tanto especializado. Se compone de dos colmillos tubulares eréctiles comunicados con la glándula productora de veneno, actuando al morder como verdaderas agujas hipodérmicas. En el momento de morder, los colmillos se desplazan hacia delante y una vez perforada la piel de la victima los músculos compresores de las glándulas se contraen e inyectan el veneno. En estado de reposo, los colmillos están plegados hacia atrás, ocultos entre la mucosa bucal superior y tras ellos se encuentran varios en diferente grado de desarrollo, prestos a sustiruir a los que se desprendan por accidente o uso. A pesar de su potencial peligrosidad, se trata de una especie tímida y que intenta huir a la menor señal de peligro. Lo más coriente es que ni siquiera llegemos a percibirnos de su presencia, pues se habrá ocultado antes de que nos aproximemos a ella. Únicamente en el caso de sorprenderla o acorralarla morderá sin vacilar, siendo entonces conveniente buscar atención en un centro sanitario, lo más rápidamente posible. En caso de mordedura por víbora conviene, en primer lugar, aplicar un torniquete por encima de la herida, aflojandolo y subiéndolo cada 10 ó 15 minutos. Es importante tranquilizar al paciente ya que, con la excitación, el veneno se difunde más rápidamente. Debe tenerse en cuente que la mordedura de una víbora no supone riesgo de peligro de muerte, por lo general, para personas normales, siendo realmente peligrosas para personas con defensas disminiudas ( ancianas, anémicas, con problemas cardivasculares, bajas de defensas, alérgicas a algún componente del veneno, niños, etc...). En personas sanas, los síntomas no suelen pasar de hichazón, diarreas, malestar, palpitaciones, descenso de tensión, vómitos y cefaleas que suelen remitir al cabo de pocos días.

REFERENCIAS

  • Bruna Azara, C. 1995. Animales venenosos. Vertebrados terrestres venenosos peligrosos para el ser humano en España. Bol. SEA, 11: 32-40

BIBLIOGRAFIA

  • Guía de los anfibios y reptiles de la Comunidad Valenciana. Sociedad Herpetológica Valenciana, 1996.
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